HACIA EL APRENDIZAJE
GUIADO, DESDE OTRO PRISMA.
Todavía aún podemos encontrar por
algunos campos a entrenadores donde su severidad y autoridad es comparable a la utilizada en regímenes
militares autoritarios, donde aún se piensa que cada niño se puede comparar a
un animal, porque cada voz es un azote para que el animal actúe, sin
razonamiento, sin información, sin el por qué , sin darle opciones para elegir
dependiendo de la situación, sin poder tener una toma de decisiones, creyendo
que no importa el contexto, teniendo que actuar coartando la libertad del
individuo, solo imponiendo .
Quizás obtengan buenos resultados (importan
sólo las victorias), probablemente puedan que sean más competitivos (por miedo
a represalias y no a un razonamiento o convicción), y seguramente esto es lo
que importa desgraciadamente para padres, clubs y entrenadores. Puede ser que lo que realmente
les interese sea QUE NOS SIRVA DE ESCAPARATE (para los entrenadores), y que nuestros
jugadores solamente sean meras
herramientas de trabajo, piezas de puzle que colocamos donde más nos convenga
para obtener un resultado, una victoria, sin importarnos su futuro, su
evolución, su aprendizaje, convirtiéndolos en sujetos dependientes de mandato, sin
autonomía.
Parece que vale todo por una victoria,
sacrificar el aprendizaje para obtener una mejora lo más cerca de sus mayores posibilidades,
mermando y pasando en las diferentes categorías, sin mirar, las fases sensibles
de los jugadores, para que puedan llegar a su máximo exponente, y llegando a su
etapa madura con un rendimiento inferior al que hubiesen podido conseguir, perdiendo
la posibilidad obtener su máximo nivel.
¿Y POR QUÉ
UN DESCUBRIMIENTO GUIADO bis RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS?
Uno de los motivos principales para
mí es porque deja de ser tan importante el entrenador, aunque nuestro ego sufra
un duro golpe, ya que es realmente el jugador quien tiene que ser el verdadero protagonista,
el actor principal, el que realmente juega, el que está dentro del campo. El
entrenador hace de líder, de guía, orientando a los jugadores, aportándole
información, pero siendo éstos los que
investigan, toman decisiones y descubren, buscando soluciones a los problemas.
Buscando respuestas verbales y motrices por parte de los jugadores, reforzando
sus respuestas, teniendo mayor
participación e implicación cognitiva. Y NO sólo busca
un modelo único, sino TODAS LAS RESPUESTAS SON VÁLIDAS, hay que SABER cuándo y dónde. Con un aprendizaje más afianzado y con mayor motivación.
Todo ello tiene sus contras, siendo estos que el aprendizaje es más lento y
eso no conjuga con los resultados ¿no?
Porque solo nos importa el hoy, que
es cuando yo llevo a este equipo, el hoy, que es mi resultado, no el mañana o
el gran abanico de posibilidades que le puedes ofrecer futuriblemente, da igual
si el en futuro son mejores jugadores con mayores posibilidades, con mayores
capacidades o con más y mejores oportunidades para decidir, o que puedan llegar
a su máximo exponente, sin que se lo hayan mermado en el pasado por obtener
resultados.
Por ello yo apuesto por ello,
equivocadamente o acertadamente, y en contra de la corriente. Ya que para
recoger fruto hay que sembrar, y en etapas base hay que sembrar y cuidar con
mimo, para obtener un producto de mayor
CALIDAD.
Últimamente parece que esta tendencia
metodológica va cogiendo más fuerza, aunque teniendo que romper muchas
barreras. Esperemos que vaya cambiando la mentalidad y que se haga camino hacia
un futuro mejor sin dejarnos por el camino a muchos jugadores
excelentes, por no saber tener la paciencia pertinente, por pensar diferente o por el qué dirán, y sobre todo por la
incompresibilidad de todos aquellos que rodean el fútbol.
“Un joven acudió al viejo filosofo en
busca de consejo:
-
Maestro ¿Qué puedo hacer para lograr éxito en la vida?
La respuesta del sabio
fue:
La vida es como dos
mujeres llamadas Éxito y Saber.
Cuando una presta demasiada atención al Éxito, esta
se aleja.
En cambio, si le prestas
mucha atención al Saber, suele ocurrir que el Éxito se pone celosa y os
persigue.”
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