lunes, 30 de junio de 2014

EL RETO DESDE LA DUDA, EL APRENDIZAJE Y LA EMOCIÓN.

http://www.jonpascua.com/es/invitado/reto-desde-duda-aprendizaje-emocion-alexis-sanchez/3391.htm


Desde el inicio de esta andadura me pregunto si quizás olvidamos el cómo empezó todo, el porqué de tanta ilusión o sentimiento, el masivo seguimiento, la gran importancia y la capacidad de movilizar a tantas personas, por un deporte, por un esférico por el cual dos grupos de personas se quieren apoderar.

Todo empieza por la diversión, por pasar un buen rato con los amigos, por compartir ese momento con ellos, por sentirse partícipe, crear y obtener un mismo objetivo, por la necesidad de sentirnos importantes. Y sobre todo porque “LA FELICIDAD  SOLO ES REAL CUANDO SE COMPARTE”.  

Y pienso que a todos los que formamos parte de ello,  a veces se nos olvidan los valores que tenemos que transmitir con este deporte a aficionados, jugadores, entrenadores…Quizás los entrenadores no tenemos tiempo para ello, porque solo importa ganar y da igual con quién o cómo.

A veces utilizamos a los jugadores como simples números, como inertes marionetas que nos sirven o no nos sirven, dependiendo si solo hacen lo que queremos o les decimos. Ellos no padecen, no tienen sentimientos ni emociones, niños, niñas, adultos, adultas. SOLO QUEREMOS GANAR, ¿HIPOTECANDO EL APRENDIZAJE Y EL FUTURO DEL JUGADOR? El éxito de este deporte ¿Solo se mide ganando partidos?

Me resisto y me revuelvo ante ello, soy de los que piensa como Bielsa, que en este mundo evaluamos sólo lo CONSEGUIDO, y no lo MERECIDO. Cuando hablamos de jugadores egoístas nunca hablamos de entrenadores egoístas, de entrenadores que teatralizan, que son egocéntricos buscando un escaparate sin importar a quien, o como, dejamos en el camino.

Sobre todo en categorías base donde lo importante es darles opciones, darles llaves para que puedan abrir puertas en el futuro, que aprendan equivocándose, que aprendan haciendo, que aprendan perdiendo y ganen  aprendiendo, tanto en valores como en concepto, contenidos…

Los técnicos nos basamos en intentar transmitir mucha información pero ¿Llega toda esa información? ¿Se entiende? ¿Es útil para el juego? Nos llenamos la boca diciendo “éste no se entera de nada, mira que le he dicho que aumente el ángulo del pie de apoyo para poder hacer el giro, que acomode el cuerpo y que se predisponga para el cambio de orientación miles de veces…”

¿Cuántas veces lo hemos pensado o escuchado? Pero realmente hemos hecho todo lo que podíamos, porque no pienso que ese jugador al que se le ha repetido miles de veces la misma idea (por ejemplo), no quiera realizarlo. O puede ser mejor; resumir tanta información y hacer que la  PRACTIQUEN - HAGAN - SIENTAN.

Realizar tareas para que eso que queremos que ocurra se repita en el juego, para que obtengan experiencias y sientan  o que tienen  que hacer, pasando del percibir al sentir. Tal y como se ha resuelto en los últimos estudios de neuropsicología, nos basamos en experiencias vividas y sentidas, porque la emoción y el sentimiento van unidos a la realización. Si el jugador no ha tenido la experiencia de sentir esa acción que le cause una emoción, entonces no lo intentará.


Se  sabe que prestamos  atención y archivamos en la memoria, aquello que le despierta sentimientos porque el sistema límbico presta atención a los cambios neuroquímicos asociados con las emociones. Ya que hay autores que afirman que las decisiones del sujeto son comandadas y determinadas en gran medida por las emociones.

Además de todo ello, me pregunto si somos coherentes entre lo que decimos y lo que hacemos, ya que es fundamental el mensaje y la forma de comunicación. No existe coherencia en la transmisión de información hacia el jugador cuando, por ejemplo, proponemos tareas defensivas durante la semana y decimos que en el momento del partido vamos a tener el balón y hacer posesiones largas….

Es decir, ¿va la información acorde con la práctica? Por ello, propongo experiencias emocionales desde el principio al fin de la sesión, desde el calentamiento hasta la vuelta a la calma, desde el principio de la semana, del mes, de la pretemporada…actuaciones que determinarán sus capacidades. Situaciones no alejadas del juego, lo más similares posibles a la práctica real, en las que el jugador sienta las sensaciones sobre las que se basa el propio juego.

Generar situaciones de entrenamiento similares o parecidas, a pesar de que una experiencia nunca es idéntica a otra. Optimizar lo que vamos a trabajar entrenando bien lo necesario y justo, en contraposición a entrenar mal o demasiadas cosas que no permitan respetar las condiciones del aprendizaje cerebral.

Esta es mi manera de entender este deporte, de ver el juego, de entrenar. Equivocada o acertada, no sé, quizás dentro de un tiempo lo vea o sienta de otra manera por mis experiencias. Lo que sí tengo claro es que nunca me anclaré a una tendencia, a una sola forma de ver las cosas, de situarme en alguno de los extremos opuestos, porque lo único que no dudo es que de todo siempre dudaré. 

Alexis Sánchez López